"Muchacha, a ti digo, levántate"



Material para el maestro

“Cuando Jesús volvió en la barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud, allí junto al mar.

Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se postró a sus pies, y le rogó con fervor: "Mi hija está muriendo. ¡Ven! Pon las manos sobre ella para que sane, y viva".

Jesús fue con él. Y le seguía una gran multitud, y lo apretaban.” (Marcos 5: 21- 24)

“Cuando Jesús estaba aún hablando, vinieron de casa del principal de la sinagoga, y le dijeron: "Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?"

Al oír esto, Jesús dijo al principal de la sinagoga: "No temas, cree solamente".

Y no permitió que ninguno fuera con él, sino Pedro, Santiago y su hermano Juan.

Al llegar a casa del principal de la sinagoga, vio el alboroto, y los que lloraban y lamentaban.

Cuando entró Jesús les dijo: "¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto, sino que duerme".

Y se burlaron de él. Pero él los echó a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que habían ido con él, y entró donde estaba la niña.

La tomó de la mano, y le dijo: " ¡Talita, cumi!", que significa: "¡Niña, levántate!"

Al instante la niña se levantó, y se puso a caminar, porque tenía doce años. Y la gente quedó muy espantada.

Pero Jesús les mandó estrictamente que nadie lo supiese. Y dijo que le diesen de comer.” (Marcos 5: 35-43)

“Al volver de Gádara a la orilla occidental, Jesús encontró una multitud reunida para recibirle, la cual le saludó con gozo. Permaneció él a orillas del mar por un tiempo, enseñando y sanando, y luego se dirigió a la casa de Leví Mateo para encontrarse con los publicanos en su fiesta. Allí le encontró Jairo, príncipe de la sinagoga.

Este anciano de los judíos vino a Jesús con gran angustia, y se arrojó a sus pies exclamando: "Mi hija está a la muerte: ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá."
Jesús se encaminó inmediatamente con el príncipe hacia su casa. Aunque los discípulos habían visto tantas de sus obras de misericordia, se sorprendieron al verle acceder a la súplica del altivo rabino; sin embargo, acompañaron a su Maestro, y la gente los siguió, ávida y llena de expectación. La casa del príncipe no quedaba muy lejos, pero Jesús y sus compañeros avanzaban lentamente porque la muchedumbre le apretujaba de todos lados. La dilación impacientaba al ansioso padre, pero Jesús, compadeciéndose de la gente, se detenía de vez en cuando para aliviar a algún doliente o consolar a algún corazón acongojado.


Mientras estaban todavía en camino, un mensajero se abrió paso a través de la multitud, trayendo a Jairo la noticia de que su hija había muerto y era inútil molestar ya al Maestro. Mas el oído de Jesús distinguió las palabras. "No temas --dijo:-- cree solamente, y será salva."


Jairo se acercó aun más al Salvador y juntos se apresuraron a llegar a la casa del príncipe. Ya las plañideras y los flautistas pagados estaban allí, llenando el aire con su clamor. La presencia de la muchedumbre y el tumulto contrariaban el espíritu de Jesús. Trató de acallarlos diciendo: "¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no es muerta, mas duerme." Ellos se indignaron al oír las palabras del forastero. Habían visto a la niña en las garras de la muerte, y se burlaron de él. Después de exigir que todos abandonasen la casa, Jesús tomó al padre y a la madre de la niña, y a Pedro, Santiago y Juan, y juntos entraron en la cámara mortuoria.


Jesús se acercó a la cama, y tomando la mano de la niña en la suya, pronunció suavemente en el idioma familiar del hogar, las palabras: "Muchacha, a ti digo, levántate."
Instantáneamente, un temblor pasó por el cuerpo inconsciente. El pulso de la vida volvió a latir. Los labios se entreabrieron con una sonrisa. Los ojos se abrieron como si ella despertase del sueño, y la niña miró con asombro al grupo que la rodeaba. Se levantó, y sus padres la estrecharon en sus brazos llorando de alegría.”  (DTG cap.36)


“En lo pasado, los fariseos habían hecho circular falsas declaraciones acerca de las más maravillosas manifestaciones del poder de Dios. Cuando Cristo devolvió la vida a la hija de Jairo, había dicho: "La muchacha no es muerta, mas duerme." Como ella había estado enferma tan sólo un corto tiempo y fue resucitada inmediatamente después de su muerte, los fariseos declararon que la niña no había muerto; que Cristo mismo había dicho que estaba tan sólo dormida. Habían tratado de dar la impresión de que Cristo no podía sanar a los enfermos, que había engaños en sus milagros.”   (El Deseado T.G cap.58 p. 492 BFE)


“Durante su ministerio, Jesús levantó a los muertos dándoles vida. Resucitó al hijo de la viuda de Naín, a la hija de Jairo y a Lázaro. Pero ellos no fueron revestidos de inmortalidad. Después de haber sido resucitados, continuaron estando sometidos a la muerte.” (MS T1 cap. 45)




Conclusión


(…) Así es también en las cosas espirituales. El hablar de religión de una manera casual, el orar sin hambre del alma ni fe viviente, no vale nada. Una fe nominal en Cristo, que le acepta simplemente como Salvador del mundo, no puede traer sanidad al alma. La fe salvadora no es un mero asentimiento intelectual a la verdad. El que aguarda hasta tener un conocimiento completo antes de querer ejercer fe, no puede recibir bendición de Dios. No es suficiente creer acerca de Cristo; debemos creer en él. La única fe que nos beneficiará es la que le acepta a él como Salvador personal; que nos pone en posesión de sus méritos. Muchos estiman que la fe es una opinión. La fe salvadora es una transacción por la cual los que reciben a Cristo se unen con Dios mediante un pacto. La fe genuina es vida. Una fe viva significa un aumento de vigor, una confianza implícita por la cual el alma llega a ser una potencia vencedora.” (DTG cap.36)


La fe de Jairo había sido suficientemente fuerte como para que no le fuera difícil creer que Jesús podía sanar a su hija. Ahora se vio instado a poner en acción una fe todavía mayor: fe en que aun podría ser vencido el poder de la muerte. Cuando la desesperación o la duda se mofe de nuestra débil fe, hagamos como Jesús le ordenó a Jairo: creamos "solamente", pues "al que cree todo le es posible".


Como dice el siguiente versículo:
“Pero pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es movida por el viento y echada de un lado al otro.” (Santiago 1: 6)


"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Heb. 11: 1). ¿No hemos comprobado esto en lo pasado al avanzar por fe para alcanzar las cosas que ahora vemos?. . . La fe no consiste solamente en mirar hacia adelante, a las cosas que no se ven; se confirma contemplando la experiencia pasada, los resultados tangibles, la verificación de la Palabra de Dios. . . Rogad: "Señor, aumenta mi fe".  La fe aviva los sentidos y los hace trabajar diligentemente para producir resultados.  La fe eleva y ennoblece las facultades del alma, capacitándolas para aferrarse de lo invisible. . .” (Alza tus ojos. 27 de febrero)


Después de sanarnos, Jesús desea que reconozcamos la bendición recibida. “Nuestra confesión de su fidelidad es el agente escogido por el cielo para revelar a Cristo al mundo”  (DTG cap.36) El testimonio de nuestra propia experiencia es lo más eficaz. Recordemos la bondad del Señor y su infinita misericordia para con nosotros. “Así la fe se fortalece para pedir y recibir más y más” (DTG cap.36) Mi hermano, declaremos con corazones agradecidos:


“¿Qué pagaré a Jehová
Por todos sus beneficios para conmigo?

  Tomaré la copa de la salvación,
 E invocaré el nombre de Jehová.

 Ahora pagaré mis votos a Jehová
 Delante de todo su pueblo. ” 
(Sal. 116: 12-14)

Historia para los niños 

(Consejo: Le recomiendo en primer lugar leer y tener en cuenta dicha historia a partir de la lectura de la Palabra de Dios y en segundo lugar, "adaptar" el lenguaje para que los niños la entiendan. También podría utilizar como recurso algún video, como ser el que aparece adjunto en este posteo. La siguiente adaptación servirá como una ayudita, pero puede modificarla si lo cree necesario.)

Mientras que Jesús estaba en el pueblo y rodeado por una gran multitud que lo apretujaba, un hombre que se llamaba Jairo vino a él. Este estaba llorando y se postró rogando a Jesús que viniera a su casa porque su hija de doce años se estaba muriendo. Jairo estaba desesperado por encontrar ayuda para ella. Él mostró que creía en Jesús cuando dijo, «Vendrás y pondrás tu mano sobre ella para que viva.» Jairo era sincero y real. Él lloró por su hija y pidió a Jesús que le ayudara. Jairo no se hizo pasar por alguien que no era. Jesús podía ver cuánto él amaba a su hija por sus lágrimas y porque conocía su corazón. Él vino a Jesús y lo respetó y le pidió que le ayudara.

Así que, Jesús y sus discípulos (solo Pedro, Santiago y su hermano Juan) fueron a la casa de Jairo. Cuando Jesús estaba en el camino a la casa, algunos mensajeros vinieron para decirle a Jairo que su hija había muerto. Los mensajeros trataron de convencer a Jairo de que Jesús no necesitaba ir a su casa. Ignorando a los mensajeros, Jesús le dijo a Jairo que no se asustara; que solamente crea le dijo.

Cuando llegaron al hogar, vieron a muchas personas llorando. Jesús les preguntó, "¿Por qué están llorando? La muchacha no está muerta. Está dormida." La gente se burló de Él cuando dijo esto.

Jesús pidió que todos salieran del cuarto a excepción de sus tres amigos, Jairo y su esposa. Jesús entró en la recamara y tomó la muchacha por su mano. Jesús ordenó a la niña que se levantara.  Le dijo suavemente:
"Muchacha, a ti digo, levántate." La niña se levantó y comenzó a caminar alrededor del cuarto. !Todos estaban gozosos!. Las noticias pasaron por todas partes acerca de lo que Jesús había hecho. ¡Era increíble!

Luego, Jesús sabría lo que sería estar muerto y resucitado. ¿Cómo? Él murió en una cruz y tres días después, Dios lo resucitó de la muerte. Como sucedió en la historia de la niña, mucha gente no creía que Jesús estaba vivo. Algunos no creerían hasta haberle tocado. ¡Cuando lo hicieron, vieron que él estaba vivo de verdad!

Jesús murió por nosotros. Él sabía que no había otra manera que pudiéramos ir al cielo a menos que él tomara nuestros pecados (males) por morir en la cruz. ¡Así que lo hizo! Podemos ir al cielo por creer en Jesús y por pedirle que venga a nuestras vidas. Jesús se queda con nosotros y nos muestra como vivir y como seguirlo.

Actividades:

1) Colorea.


2) Completa en cada caso con la ayuda de los versículos correspondientes:


 3) Encuentra las palabras que aparecen debajo, en la sopa de letras; luego sigue el camino desde la entrada hasta Jesús.


La niña cautiva

"NAAMÁN, general del ejército del rey de Siria, era gran varón delante de su señor, y en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvamento a la Siria.   Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso." (1 de Reyes capítulo 5)
Ben-adad, rey de Siria, había derrotado los ejércitos de Israel en la batalla que resultó en la muerte de Acab.  Desde entonces, los sirios habían sostenido con Israel una guerra constante en las fronteras; y en una de sus incursiones se habían llevado a una niña, a la cual le tocó, en la tierra de su cautiverio, servir "a la mujer de Naamán." Aunque esclava, y muy lejos de su hogar, esa niña fue uno de los testigos de Dios, y cumplió inconscientemente el propósito para el cual Dios había escogido a Israel como su pueblo. Mientras servía en aquel hogar pagano, sintió lástima de su amo; y recordando los admirables milagros de curación realizados por intermedio de Eliseo, dijo a su señora: "Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra." Sabía que el poder del Cielo acompañaba a Eliseo, y creía que Naamán podría ser curado por dicho poder.
La conducta de la niña cautiva en aquel hogar pagano constituye un testimonio categórico del poder que tiene la primera educación recibida en el hogar.   No hay cometido mayor que el que ha sido confiado a los padres en lo que se refiere al cuidado y la educación de sus hijos. Los padres echan los fundamentos mismos de los hábitos y del carácter.   Su ejemplo y enseñanza son lo que decide mayormente la vida futura de sus hijos.
Felices son los padres cuya vida constituye un reflejo tan fiel de lo divino, que las promesas y las órdenes de Dios despiertan en el niño gratitud y reverencia; los padres cuya ternura, justicia y longanimidad interpretan para el niño el amor, la justicia y la longanimidad de Dios; los padres que, al enseñar al niño a amarlos, confiar en ellos y obedecerles, le enseñan a amar a su Padre celestial, a confiar en él y a obedecerle.   Los padres que imparten al niño un don tal le dotan de un tesoro más precioso que las riquezas de todos los siglos, un tesoro tan perdurable como la eternidad.
No sabemos en qué ramo de actividad serán llamados a servir nuestros hijos.  Pasarán tal vez su vida dentro del círculo familiar; se dedicarán quizá a las vocaciones comunes de la vida, o irán a enseñar el Evangelio en las tierras paganas.  Pero todos por igual son llamados a ser misioneros para Dios, dispensadores de misericordia para el mundo.  Han de obtener una educación que les ayudará a mantenerse de parte de Cristo para servirle con abnegación.
Mientras los padres de aquella niña hebrea le enseñaban acerca de Dios, no sabían cuál sería su destino. Pero fueron fieles a su cometido; y en la casa del capitán del ejército sirio, su hija testificó por el Dios a quien había aprendido a honrar." (La Historia de los Profetas y Reyes, capítulo 20)

"Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." (Prov. 22: 6)

Las influencias educativas de la vida hogareña constituyen un poder decisivo para el bien o para el mal.  Estas influencias en muchos aspectos son silenciosas y graduales, pero si se las ejerce en favor de lo correcto, son de gran valor.  Cristo vino a este mundo para ser nuestro modelo, para mostrar por precepto y por ejemplo los caracteres que deben tener todos los que componen la familia de Dios.  Vino a bendecir y a salvar a la raza humana, y a elevar a los hombres y las mujeres para que sean hijos e hijas de Dios.  Por esto se humilló a sí mismo descendiendo paso a paso desde la más elevada hasta la más humilde de las posiciones.
Es una tarea solemne y seria cuidar de aquellos por quienes Cristo murió, enseñar a los hijos a no malgastar sus afectos en las cosas de este mundo, a no disipar tiempo y esfuerzo en lo que es menos que nada.  Las madres deben ser alumnas de la escuela de Cristo a fin de educar correctamente a sus hijos.  La madre cristiana dedicará mucho tiempo a la oración, porque es en el hogar donde los hijos deben aprender a ser leales al gobierno de Dios. Han de ser enseñados con paciencia y longanimidad.  Las burlas y los reproches apasionados nunca producen reforma.  Cometen un grave pecado los padres y madres que, mediante su propio ejemplo, enseñan a sus hijos a dar rienda suelta a su mal genio, cediendo ellos mismos a sus arranques temperamentales; y los educan con métodos equivocados.  Se ha de disciplinar a los hijos en forma tal que los capacite para ocupar su lugar en la familia de los cielos. . .
Las madres que han criado sabiamente a sus hijos sienten el peso de la responsabilidad no sólo por sus propios hijos sino también por los hijos de los vecinos.  Los sentimientos de simpatía de una verdadera madre se manifiestan en favor de todos aquellos con quienes entra en contacto.  Con esfuerzo decidido trata de hacer volver a Cristo a las almas extraviadas.  El poder de Jesús la capacita para hacer mucho.  Aquellos que no tienen hijos tienen también responsabilidades.  En la mayoría de los casos pueden recibir en sus hogares a niños que han quedado huérfanos y sin hogar.  A estos niños pueden educarlos por amor de Cristo para que practiquen las virtudes que son tan necesarias en nuestro mundo (Manuscrito 34, del 21 de marzo de 1899, "La vida de hogar"). (Alza tus Ojos Página 93)

Contando historias: un arte que cultivar



Leé Jeremías 1:6-10.
 
¿Qué dijo Jeremías a Dios? ¿Qué respondió Dios a Jeremías en el v.8? ¿Qué hizo Dios con Jeremías (v.9) ? 

Al enseñar por primera vez, puede ser que nos sintamos como Jeremías: "No sé hablar". Quiero recordar un viejo pero sabio dicho: “Dios no llama a capacitados, sino que capacita a os que llama”. Cuando estamos frente a los chicos tenemos que tener la seguridad de que Dios nos puso en ese lugar, nos acompaña y que va a poner  Su Palabra en nuestra boca
Trabajar con los niños es un don de Dios, pero sobre todo… es un privilegio. Creo que es una de las obras con las cuales más aprendemos. Los mejores maestros son los niños, nunca sabemos con que pregunta van a salir. Los  niños bien formados y educados pueden abrir puertas que los más grandes ni en una vida lograríamos ni siquiera “barretear”. Solo basta que veamos la historia de la reforma, o a los valdenses. 

Trabajar con niños es una tarea hermosa, pero para eso necesitamos comprender algunas nociones básicas a la hora de trabajar por ellos. No pretendo que seamos eximios oradores o relatores, pero recodemos que estamos trabajando con las joyas más preciosas del señor, y como a tales, debemos tratarlos con la mayor delicadeza y tacto.

Teniendo en mente el post anterior escrito por Leo, sobre cómo debe ser nuestro culto familiar, creo  necesario compartir contigo algunas pautas que me sirvieron (y sirven todavía) mucho a la hora de interactuar con ellos. Como es el título de este blog: Cuéntanos una historia, pensé en quizás enumerarte algunos puntos a la hora de contar las historias a los niños. Ya vimos que los cultos tienen que ser sencillo e interesantes. Las historias bien contadas  pueden ser grabadas con facilidad en las mentes de los niños, son como una esponja que absorben todo lo que uno les enseña, así que aprovechemos esta edad para gravar las verdades de Dios en sus mentes, y así plantar las bases para la formación de su caracteres.



Primero hay una serie de pasos que tenemos que aplicar a nosotros antes de poder pararnos frente a los chicos:

#  La obra de Dios en nosotros mismos: Mové la historia en tu corazón orando.

# Fija una META para tu lección.

# Creatividad: Desarrolla la lección para los niños. No creas que podés leerla un rato antes y dársela así nomas, necesitas prepararla, y hacerla interesante. Dios nos dotó de creatividad, usala, siguiendo los parámetros que Dios aprueba.


Mira a los niños. Algo muy sencillo, pero cuando estés nervioso podés olvidarte. Si enseñas mirando siempre tu Biblia,  el pizarrón, o el piso, los niños van a pensar que no les estás hablando a ellos, y no van a escuchar. Intenta que ellos sientan que la historia se la estas contando solo a él( que se sienta personal).

Varia tu voz. Según es apropiado, podemos hablar en voz alta o a voz baja, modulando; más rápido o más despacio; o podemos imitar diferentes voces para los diferentes personajes que aparecen en la historia.


Usa expresiones que los niños entiendan

Cuando un misionero viaja p.ej. a Japón para alcanzar a los japoneses con el Evangelio, no podría predicarles en español. Tendría que aprender el idioma japonés. Igualmente, para alcanzar a los niños con el Evangelio, tenemos que aprender el idioma de los niños. ¡Ellos no usan las mismas palabras que los adultos!
Tenemos que examinar nuestra historia y explicar cada palabra que podría ser difícil de entender para ellos.


Por ejemplo: Buscamos expresiones más sencillas para las siguientes palabras de nuestra historia:
"Bienes": "lo que le pertenece"; (mejor): "dinero, vacas, ovejas, muebles, etc."
"vivir perdidamente": "hacer cosas malas"; (mejor): "emborracharse, hablar groserías, vivir sin pensar en Dios, etc."
"Malgastar": "gastar el dinero en cosas malas; comprarse mucha ropa lujosa o un carro lujoso; invitar a todos para tomar; gastar el dinero en juegos; etc."
"Algarrobas": una verdura parecida a las habas, pero no tan rica.
"Jornalero": "siervo", "empleado" (que encuentra trabajo solamente de día en día).


Muchas palabras se explican mejor con un ejemplo concreto que con una definición. Como regla podemos decir: "Lo que se puede dibujar, un niño lo puede entender." - Por la misma razón, es mejor usar palabras concretas en vez de expresiones generales. En vez de "frutas", es mejor decir "naranjas, manzanas, bananas.". En vez de "animales": "vacas, ovejas, perros, gatos..."
                                                      
Describí colores, ruidos, sentimientos, etc. Debemos imaginarnos la historia como en una película; o como si vos mismo hubieras estado ahí. Después describilo a los niños de una manera que ellos puedan "ver" la misma película.

Por ejemplo Ejemplo: Imaginate la historia donde los discípulos en el barco son sorprendidos por una tormenta (Mateo 8:23-27). Responde rápidamente a estas preguntas:
¿Qué color tenía el agua? ______________________________________
¿Cómo se veía el cielo? ________________________________________
¿Qué sonidos se escuchaban? ___________________________________
¿De qué material era el barco? ___________________________________
¿Qué sentían los discípulos? ____________________________________
¿Cómo era la expresión de sus caras? _____________________________
Esta es la clase de detalles que tenemos que contar a los chicos, para dar vida a la historia. Incluso podemos imitar los sonidos; o la expresión en la cara de los discípulos.
Solo debemos tener cuidado de no inventar cosas fuera de la Verdad. Podemos decir: "Las olas se hicieron cada vez más altas y empezaron a entrar en el barco; Pedro ya tenía sus pies mojados." (Esto es realista según lo que cuenta el texto Bíblico.) - Pero no podemos ir tan lejos para decir: "...y de repente un rayo cayó en medio del barco ..."

Podés usar un personaje de identificación. - Esto significa que contamos la historia, no como un observador desde afuera, sino como una de las personas que es parte de la historia.                         
                                       
Por ejemplo, puedo contar la historia de Zaqueo como si yo mismo fuera Zaqueo (dramatizando):

"Ahora mismo debe venir ... ¡quiero verlo! Permiso, por favor, déjenme pasar ... no puedo ver nada. Nadie quiere dejarme pasar. ¡Todos me odian! Si yo solamente fuera un poco más alto ... quiero ver a Jesús. - Ah, tengo una idea. ¡Allá, ese árbol!" etc. –

 Entonces todos los niños también se van a identificar con Zaqueo y se vana sentir parte de la historia.

La persona de identificación no es necesariamente el personaje principal. Puedo contar la misma historia desde la perspectiva de una persona en la multitud:
"¡Ya puedo verlos! Este de en medio seguramente es Jesús. - No, acá no hay lugar. Yo estuve acá primero. - ¿Qué quiere este enano? Viene último y quiere ser el primero. ... ¿Qué hace ahora? No puede ser - ¡realmente está subiendo a ese árbol!" –

Incluso puedo contar la historia desde la perspectiva de una de las personas que fueron engañados por Zaqueo, y ahora se asombra porque Zaqueo viene a devolverle la plata.

No se recomienda usar a Jesús como persona de identificación.


Usa mímicas. No solo tu voz, también tus manos y hasta todo tu cuerpo pueden contar la historia.

Involucra a los niños. Durante una historia Bíblica, los niños pueden: responder pregunta, en otras palabras…s; participar de la historia


Usa ayudas visuales (láminas, dibujos en el pizarrón, franelógrafo, objetos, videos,etc).



¿Cuánto tiempo puede un niño escuchar de manera concentrada? - Esto es diferente en cada niño. Depende de su temperamento, de su entorno familiar y su educación. Pero mucho depende de su edad. Como promedio, podemos decir que un chico  puede concentrarse un minuto por año de edad: Un chico de cinco años, solo cinco minutos. Un chico de diez años, diez minutos. Un adolescente de quince años, quince minutos.

Es interesante el trabajo por los más pequeños… ¿no es verdad? Solo intenté  compartirte algunos puntos, son muchos más. A lo largo de las semanas iremos publicando diversos  materiales para ayudarte en tu tarea misionera, ya sea en tu casa, en la iglesia o cuando vayas a dar un estudio bíblico y halla niños presentes, o solo simplemente estudiando la Biblia con ellos.

Esperamos que esto te sirva de ayuda. Éxitos en el Señor. Maranata!!!

Ni aburrido, ni divertido: cómo a Dios le agrada

El Culto Familiar

"En cambio, tú persiste en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién lo aprendiste; y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, que te pueden hacer sabio para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, reprender, enmendar e instruir en justicia, para que el hombre sea perfecto, cabalmente instruido para toda buena obra." (2° Timoteo 3:14-17)

Pablo presenta una gran verdad: las Escrituras, mediante la fe en Cristo, pueden hacernos sabios para salvación. Esta verdad no la presenta a quién recién conoce la Biblia, la afirma sobre la base de la experiencia, "que desde niño conoces las Sagradas Escrituras". Los que hemos pasado por esta experiencia, haber aprendido de chicos la Palabra de Dios, podemos dar fe en esta preciosa verdad. Quienes tuvieron el privilegio de contar con padres creyentes, que reflejaron el amor de Dios (más allá de sus imperfecciones) y al igual que María instruyeron al niño en su camino, comprenderán de cerca las siguientes citas.

El enemigo de Dios se propuso, desde la creación de la tierra, destruir la base familiar sobre la cuál Dios constituyó a la pareja edénica. En la historia de los patriarcas de Israel, encontramos experiencias familiares que fracasaban cuando se apartaban del ideal divino. Matrimonios con varias mujeres, hijos favoritos, hijos de la promesa y de la no promesa, celos, envidias, contiendas. Cuando Dios da su ley al pueblo de Israel, manda que todo hogar instruya al niño en cuanto a los requerimientos de Dios. La cuestión de la formación del niño y adolescente aparece repetidas veces a lo largo de toda la Biblia, sin embargo, miles de padres y madres siguen "experimentando" con sus hijos, buscando en el mundo la manera adecuada de criarlos.

El culto divino, una institución dada por Dios desde la antiguedad, es la base para fortalecer los vínculos familiares y pedir la presencia divina en el hogar. Un don del cielo, una bendición diaria, el mana que debemos recoger todas las mañanas hoy en día tiene un gusto rancio. Ya hemos perdido el sabor del alimento celestial. Nos hemos acostumbrado a comer lo que no alimenta. Y el enemigo de Dios sabe muy bien esto... Pone a nuestro alrededor todo tipo de diversiones, pervirtiendo nuestros gustos y apetitos. Los cultos familiares son aburridos, las oraciones largas y tediosas. Los cantos no son como los del mundo. Nada parece tener sentido. Los padres lo hacen pensando que a Dios le agradan los sacrificios, los rituales. "¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros." (1° Samuel 15:22)

Presentamos a continuación, algunas citas para reflexionar, y puedas utilizar con tus hijos! Recuerda que ellos un día, en un futuro no muy lejano, deberán responder al llamado de Pablo: ¿recordarán lo que aprendieron en su juventud? ¿podrán dar testimonio de que las Escrituras nos pueden hacer sabios para salvación?

"Debéis enseñar a vuestros hijos a ser bondadosos, serviciales, accesibles a las súplicas y, sobre todo lo demás, respetuosos de las cosas religiosas, y deben sentir la importancia de los requerimientos de Dios.  Se les debe enseñar a respetar la hora de la oración; se debe exigir que se levanten por la mañana para estar presentes en el culto familiar" (Joyas de los Testimonios, tomo 2, págs. 133, 134).

"El padre, que es el sacerdote de su casa, debiera dirigir los cultos matutino y vespertino.  No hay razón para que este no sea el ejercicio más interesante y agradable de la vida hogareña, y Dios es deshonrado cuando se lo hace seco y tedioso.  Sean cortas y animadas las reuniones del culto familiar.  No permitáis que vuestros hijos o cualquier otro miembro de la familia les tengan miedo por ser tediosos o faltos de interés.  Cuando se lee un capítulo largo y se lo explica y se eleva una larga oración, este precioso servicio se hace cansador y es un alivio cuando termina.
Los jefes de familia debieran ocuparse especialmente de que la hora del culto sea sumamente interesante.  Dedicándole algo de atención y cuidadosa preparación, cuando nos presentamos ante la presencia de Dios, el culto familiar puede ser agradable y estará lleno de resultados que únicamente revelará la eternidad.  Elija el padre una porción de las Escrituras que sea interesante y fácil de entender; serán suficientes unos pocos versículos para dar una lección que pueda ser estudiada y practicada durante el día.  Se pueden hacer algunas preguntas.  Pueden presentarse a manera de ilustración unas pocas, serias e interesantes observaciones, cortas y al punto.  Por lo menos debieran cantarse unas pocas estrofas de un himno animado, y la oración debe elevarse corta y al punto.  El que dirige en oración no debiera orar por todas las cosas, sino que debiera expresar sus necesidades con palabras sencillas y su alabanza a Dios con gratitud (Signs of the Times, 7-8-1884).
Para despertar y fortalecer el amor hacia el estudio de la Biblia, mucho depende del uso que se haga de la hora del culto. Las horas del culto matutino y del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día.  Entiéndase que no deben interponerse a esa hora pensamientos inquietos y faltos de bondad; reúnanse los padres y los niños para encontrarse con Jesús y para invitar a los santos ángeles a estar presentes en el hogar.  Los cultos deberían ser breves y llenos de vida, adaptados a la ocasión y variados.  Todos deberían tener parte en la lectura de la Biblia, aprender y repetir a menudo la ley de Dios.  Los niños tendrán más interés si a veces se les permite que escojan la lectura.  Hacedles preguntas acerca de lo leído y permitidles que también las hagan ellos.  Mencionad cualquier cosa que sirva para ilustrar su significado.  Si el culto no es demasiado largo, permitid que los pequeñuelos oren y se unan al canto, aunque se trate de una sola estrofa (La Educación, pág. 181)."

El primer maestro

En esta oportunidad quería compartir con ustedes una de las mayores verdades que Dios ha dejado en su Palabra: La importancia de los padres como los primeros maestros de sus hijos, veamos que nos dicen estas citas:
"El hogar puede ser una escuela donde el carácter de los niños se modele a la semejanza de un palacio" (Manuscrito 136, 1898).
"Jesús recibió su educación en el hogar. Su madre fue su primer maestro humano. De los labios de ella, y de los escritos de los profetas, aprendió las cosas del cielo.  Vivió en un hogar de aldeanos y con fidelidad y buen ánimo llevó su parte de las cargas de la casa.  El que había sido el comandante del cielo, consintió en ser un siervo voluntario, un hijo amante y obediente.  Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajó en la carpintería con José." (El Ministerio de Curación, págs. 310, 311). 
"Los padres necesitan a cada paso una sabiduría más que humana a fin de comprender cómo educar mejor a sus hijos para una vida útil y feliz aquí, y para un servicio más elevado y un mayor gozo en el más allá." (Review and Herald, 13-9-1881).
"La educación de los niños constituye una parte importante del plan de Dios para demostrar el poder del cristianismo.  Una solemne responsabilidad reposa sobre los padres en el sentido de educar a sus hijos para que cuando salgan al mundo, hagan bien y no mal a aquellos con quienes se asocien" 
(Signs of the Times, 25-9-1901).



COMO EL PADRE, TAL EL HIJO
"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre. (Prov. 6: 20).
Los hijos serán en gran medida lo que sean sus padres. 
Las condiciones físicas de éstos, sus disposiciones y apetitos, sus aptitudes intelectuales y morales, se reproducen, en mayor o menor grado en sus hijos.
Cuanto más nobles sean los propósitos que animen a los padres, cuanto más elevadas sus dotes intelectuales y morales, cuanto más desarrolladas sus facultades físicas, mejor será el equipo que para la vida den a sus hijos.
 Cultivando en sí mismos las mejores prendas, los padres influyen en la formación de la sociedad de mañana y en el ennoblecimiento de las futuras generaciones.
Los padres y las madres deben comprender su responsabilidad. El mundo está lleno de trampas para los jóvenes. . . No pueden discernir los peligros ocultos o el fin temible de la senda que a ellos les parece camino de la felicidad. . .
Deben preparar al niño desde antes de su nacimiento para predisponerlo a pelear con éxito las batallas contra el mal. . .
Esta responsabilidad recae principalmente sobre la madre, que con su sangre vital nutre al niño y forma su armazón física, le comunica también influencias intelectuales y espirituales que tienden a formar la inteligencia y el carácter. . .
Ana, la mujer que oraba, abnegada y movida por la inspiración celestial, dio a luz a Samuel, el niño instruido por el Cielo, el juez incorruptible, el fundador de las escuelas sagradas de Israel (El Ministerio de Curación, págs. 287, 288).
Ojalá cada madre pudiera comprender cuán grandes son sus deberes y sus responsabilidades, y cuán grande será la recompensa de su fidelidad. La influencia diaria de la madre sobre sus hijos los prepara para la vida o la muerte eternas. La madre ejerce en su hogar un poder más decisivo que el ministro en el púlpito, o el rey en su trono (SDA Bible Commentary, tomo 2, págs. 1008, 1009). Conflicto y valor página 140




PROPIEDAD DE DIOS
1 Sam. 1: 19-28.
Yo, pues, lo dedico también a Jehová. (1 Sam. 1: 28).
"De Silo, Ana regresó quedamente a su hogar en Ramataim, dejando al niño Samuel para que, bajo la instrucción del sumo sacerdote, se le educase en el servicio de la casa de Dios. Desde que el niño diera sus primeras muestras de inteligencia, la madre le había enseñado a amar y reverenciar a Dios, y a considerarse a sí mismo como del Señor. Por medio de todos los objetos familiares que le rodeaban, ella había tratado de dirigir sus pensamientos hacia el Creador. Cuando se separó de su hijo no cesó la solicitud de la madre fiel por el niño. Era el tema de las oraciones diarias de ella. Todos los años le hacía con sus propias manos un manto para su servicio; y cuando subía a Silo a adorar con su marido, entregaba al niño ese recordatorio de su amor. Mientras la madre tejía cada una de las fibras de la pequeña prenda rogaba a Dios que su hijo fuese puro, noble y leal. No pedía para él grandeza terrenal, sino que solicitaba fervorosamente que pudiese alcanzar la grandeza que el Cielo aprecia, que honrara a Dios y beneficiara a sus conciudadanos.

¡Cuán grande fue la recompensa de Ana! ¡Y cuánto alienta a ser fiel el ejemplo de ella!  A toda madre se le confían oportunidades de valor inestimable e intereses infinitamente valiosos. El humilde conjunto de deberes que las mujeres han llegado a considerar como una tarea tediosa debiera ser mirado como una obra noble y grandiosa. La madre tiene el privilegio de beneficiar al mundo por su influencia, y al hacerlo impartirá gozo a su propio corazón. A través de luces y sombras, puede trazar sendas rectas para los pies de sus hijos, que los llevarán a las gloriosas alturas celestiales. Pero sólo cuando ella procura seguir en su propia vida el camino de las enseñanzas de Cristo, puede la madre tener la esperanza de formar el carácter de sus niños de acuerdo con el modelo divino. El mundo rebosa de influencias corruptoras. Las modas y las costumbres ejercen sobre los jóvenes una influencia poderosa. Si la madre no cumple su deber de instruir, guiar y refrenar a sus hijos, éstos aceptarán naturalmente lo malo y se apartarán de lo bueno. Acudan todas las madres a menudo a su Salvador con la oración: "¿Qué orden se tendrá con el niño, y qué ha de hacer?" Cumpla ella las instrucciones que Dios dio en su Palabra, y le dará sabiduría a medida que la necesite" (Patriarcas y Profetas, págs. 617, 618)." Conflicto y valor página 139

¿Como guiaremos nuestros niñitos a Cristo?

Al ser el primer post en el blog me puse a pensar: ¿ a quién está destinado este segmento? y se me vinieron varias respuestas a la mente: a los niños, a los padres, porque no a los maestros,  a los tios, etc. y encontré un denominador común, mas específicamente  a los educadores, a aquellos que tienen  la oportunidad y el privilegio de moldear las mentes infantiles para el Salvador. Ahora...como puedo yo ser un buen educador?  Quiero comenzar compartiendo la siguiente cita con vos:
 

"Hermana, ¿le ha conferido Dios las responsabilidades de madre? (maestros- guias). Necesita aprender los métodos correctos y adquirir tacto para la educación de sus pequeños, para que permanezcan en el camino del Señor.  Necesita buscar constantemente la cultura más elevada de la mente y el alma, para poder encarar la educación y la preparación de sus hijos con un espíritu reposado y un corazón amante; para poder imbuirlos de aspiraciones puras, y cultivar en ellos un amor por las cosas honradas, puras y santas.  Como humilde hija de Dios, aprenda en la escuela de Cristo; busque constantemente mejorar sus facultades para que pueda realizar la obra más perfecta y cabal en el hogar, tanto por precepto como por ejemplo(Review and Herald, 15-9-1891).

Que solemne trabajo se nos encomienda en nuestras manos! No podemos tirarnos a la pileta sin antes preparar nuestro traje de baño. En otras palabras, no podemos querer educar a los niños sin antes procurar educar nuestra propia mente y comprender los mejores métodos de enseñanza. 

No hace falta que tengas a cargo una escuelita bíblica, sin ir más lejos, para aquellos que entre los miembros de su familia hay niñitos pequeños, empieza a crecer la responsabilidad y la necesidad de preparar esos momentos de dedicación al Señor. Tenemos que tener mucho cuidado como dirigimos  las mentes de los niños y jovencitos.

No es mi intención en esta oportunidad tocar los diferentes métodos de enseñanza, pero si instar a que como líderes espirituales que podemos ser de nuestros “hermanos más pequeños” a prepararnos, capacitarnos en la escuela de Cristo, para poder ejercer la mayor influencia posible hacia quienes estamos tratando de educar.

Personalmente me fascina el ministerio de los niños, por  lo que te voy a recomendar que leas el libro Conducción del niño (que podés descargarlo de la web www.lajusticiadecristo.com). Hay vas a poder encontrar los principios para poder manejarte en este apasionante camino. Y digo principios, porque muchas veces cometemos el error de querer establecer modelos y aplicarlos en los diferentes grupos, y a veces vemos que no funcionan, que fracasan, y desistimos, nos frustramos, y queremos tirar todo por la ventana. Los principios son normas que nos ayudan a orientarnos. Y como siempre digo: a veces los libros muestran muchas idealidades, pero lo cotidiano nos muestra las realidades.
Por eso te invito a que incursiones, te interiorices en cómo vas a administrar, de ahora en adelante, a esas gemas tan preciosas que el Señor puso en tus manos. Es una tarea fácil? Nunca dije eso, bienvenidos a la universidad de Dios. Pero vale la pena el esfuerzo, vale la pena ver cómo podemos guiar a los  niños  a los pies del Salvador, y como dijo el sabio Salomón “ y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” . Nos soy yo quien te pone esa gran responsabilidad sobre tus hombros, sino el Señor… ¿Que vas  a hacer con ella?
Te invito a que sigas visitándonos semana a semana y así encontrarte con distintas reflexiones, recursos y consejos sobre este gran ministerio que muchos tienen en poco, y que es uno de los que más necesita atención especial por parte de los hijos de Dios. Una abrazo a la distancia deseando que la paz del cielo inunden tu vida y la de los que te rodean. Maranatha!!!!